Paso 1: Definición de Viabilidad Económica.
Un proyecto demostrará ser viable económicamente, siempre que se obtenga de él, una rentabilidad positiva y aceptable. Por lo tanto, para medir la
rentabilidad habrá que analizar los beneficios previstos y relacionarlos con la inversión necesaria para obtenerlos.
Paso 2: Variable utilizada para medir la Viabilidad Económica
La medida de rentabilidad más utilizada en cualquier empresa es la relación (ratio) entre el Resultado del Ejercicio y los Fondos Propios utilizados. Esta relación o razón es lo que en finanzas se denomina Rentabilidad Financiera de la empresa y se suele expresar en porcentaje, siendo su fórmula:
Esta ratio o razón, indica el beneficio neto obtenido por cada 100 € aportados por los promotores al proyecto.
No obstante, aunque nosotros haremos mención a esta medida tradicional de rentabilidad, hemos optado por utilizar una variable diferente para nuestro análisis. A esta variable la hemos denominado Rentabilidad Financiera Media y nos indica el interés con el que nos tendrían que remunerar por invertir una cantidad de dinero igual a la inicialmente aportada por los socios, para que, al cabo de 5 años, tuviésemos un montante de dinero igual a los fondos propios del quinto año de proyección (valor que alcanzará la inversión inicial de los promotores en el proyecto).
Este interés será el que iguale la siguiente expresión:
Una vez calculada esta Rentabilidad Financiera Media, los criterios que aplicaremos en el análisis serán.
Paso 3: Criterios de evaluación aplicados para medir la Viabilidad Económica
A la hora de utilizar la Rentabilidad Financiera Media como indicador de la viabilidad económica, lo que haremos es compararla con la rentabilidad que los promotores obtendrían si invirtieran su dinero en activos financieros sin riesgo como pueden ser, depósitos bancarios, o deuda pública, de tal forma que si la rentabilidad financiera media que los promotores obtienen del futuro proyecto no supera en una cierta medida a la rentabilidad que se obtendría invirtiendo en dichos activos sin riesgo, el proyecto no podrá ser considerado viable desde el punto de vista económico. Ya que los promotores podrían invertir su dinero en bonos, letras o depósitos bancarios (activos financieros sin riesgo) con los cuales obtendrían una rentabilidad parecida a la del proyecto sin incurrir en ningún riesgo.
Concretamente el criterio que utilizaremos en nuestro análisis, será comparar la rentabilidad financiera media que obtenemos en nuestro proyecto con la tasa libre de riesgo de la economía (normalmente el interés de las obligaciones a 10 años), de tal forma que, al realizar esta comparación, podremos encontrarnos en 4 posibles casos.
Caso 1: Rechazo del Proyecto.
Caso 2: Posible Rechazo del Proyecto.
Caso 3: Aceptación del Proyecto.
Caso 4: Proyecto Excelente.
Veamos cuando se dará cada uno de los posibles casos.
– Caso 1: Rechazo del Proyecto.
Criterio: Rentabilidad Financiera Media del Proyecto < 0.
Rechazaremos el proyecto, siempre que la rentabilidad financiera media obtenida sea negativa, ya que esto será debido a que los fondos propios del año 5 serán menores que los fondos iniciales, lo cual indica que el resultado acumulado de los 5 años es negativo, se han producido pérdidas.
– Caso 2: Posible rechazo del Proyecto.
Criterio: 0 < Rentabilidad Financiera Media del Proyecto < 2 veces Tasa libre de Riesgo
Nos encontraremos en este caso, cuando la rentabilidad financiera media del proyecto aun siendo positiva es menor al doble de la tasa libre de riesgo.
En este caso, si el proyecto llevado a cabo no supone el autoempleo de los promotores (es decir, los promotores no cobran rentas de trabajo por participar en negocio), puede no ser aconsejable llevarlo a cabo. Ya que la única vía de recuperación del capital invertido que tendrán los promotores, será la rentabilidad del proyecto, y si esta no llega al menos, al doble de la rentabilidad de la tasa libre de riesgo, puede no merecer la pena el riesgo en el que se incurrirá en el desarrollo del mismo.
– Caso 3: Aceptación del Proyecto.
Criterio: 2 veces Tasa libre de Riesgo < Rentabilidad Financiera Media del Proyecto < 4 veces Tasa libre de Riesgo
Nos encontraremos en este caso, cuando la rentabilidad financiera media del proyecto está comprendida entre 2 y 4 veces la tasa libre de riesgo. En este caso, consideraremos que merecerá la pena emprender el proyecto, ya que, con él, los promotores podrán conseguir como mínimo (siempre que se cumplan las estimaciones) una rentabilidad media 2 veces superior a la que conseguirían invirtiendo en un activo sin riesgo y podrían conseguir hasta 4 veces dicha rentabilidad.
– Caso 4: Proyecto Excelente
Criterio: Rentabilidad Financiera Media del Proyecto > 4 veces Tasa libre de Riesgo
Nos encontraremos en este caso, cuando la rentabilidad financiera media del proyecto sea más de 4 veces la tasa libre de riesgo. En este caso, consideraremos que merecerá la pena emprender el proyecto, ya que la rentabilidad que se presupone se obtendrá del mismo es muy superior a la que se obtendría invirtiendo nuestro dinero en activos sin riesgo.
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